Las travesuras de Naricita.
La editorial Losada
publicó los veinticuatro tomos,
increíbles 24 tomos, de las aventuras
protagonizadas por una niña llamada Lucía, a quien llamaban Naricita por su nariz respingada, su audaz primo
Perucho, la rezongona muñeca Emilia, el sabihondo Vizconde de la Mazorca, la
abuela Benita, la negra Anastasia, entre tantos otros personajes humanos,
animales y hasta minerales que convivían en la quinta El Benteveo Amarillo.
Fue la Colección Infantil del brasilero Monteiro
Lobato, sus dos primeras versiones de tapa dura, verde y roja, alcanzaron tanta
repercusión que lograron una continuidad que se extendió hasta los años ’70.
En años recientes se volvió a
publicar esta colección en Argentina con prólogo de la ex Presidenta Cristina
Fernández de Kirchner, quien también fue lectora de estos bellos libros.
José Bento Monteiro Lobato (1882-1948) fue un intelectual brasileño
que escribió el primer libro de la saga en 1921 y el último en 1940. Las
correrías que comenzaron con Las
travesuras de Naricita, donde con timidez, entre muchas otras cosas, se
planteaba la dicotomía ciudad-campo, fue avanzando con el correr de los años
para incursionar en universos paralelos al de por sí poco realista Benteveo
Amarillo. Para generaciones de chicos
argentinos Monteiro Lobato constituyó
una mano divertida y amable a fin de corretear por el mismísimo Partenón en
plena construcción, con Pericles y Aspasia de guías turísticos; así como para
deambular con el Quijote, planear por el cielo astronómico, juguetear con la
gramática, tutearse con los dinosaurios, tropezarse con juegos matemáticos,
volar sobre el lomo de una luciérnaga.
Con los tiempos más cercanos estos libros también fueron criticados,
por un supuesto racismo, por las formas como se dirigían los niños a las
personas de raza negra y cuestiones por el estilo. No puedo recordarlo, si
recuerdo con un cariño lejano a esos personajes entrañables, entendiendo que
pueden haber sido en un contexto diferente al nuestro. En Brasil, estos libros
se utilizan en las escuelas, analizando si estos temas constituyen
discriminación o no. Me parece una decisión pedagógica muy acertada.
El libro Corazón .
Por último, una mención, al que fue mi libro preferido. Corazón, escrito por Edmundo de Amicis,
escritor Italiano .
Este libro es la compilación de historias patrióticas y heroicas de
niños de entre 10 y 14 años. Es un curso en una escuela en Turín y relata sus relaciones,
describe sus rasgos y incentiva características hermosas de amistad, lealtad y
respeto a padres y profesores en un periodo de colegio Octubre a Julio (fechas
de colegio del hemisferio norte). Se intercala estas historias con relatos
patrióticos de guerra en donde participan niños que el maestro contaba a los
niños. Así, las historias de El pequeño
vigía lombardo, De los Apeninos a los Andes o El pequeño escribiente
florentino, se convertían en las más bellas lecturas, para niños y niñas
sensibles y amigos de la lectura.
La literatura infantil, aparte de ser una auténtica y alta creación
poética, que representa una parte importante de la expresión cultural del
lenguaje y el pensamiento, ayuda poderosamente a la formación ética y estética
del niño, al ampliarle su incipiente sensibilidad y abrirle las puertas de su
fantasía.
Gracias a mis padres, abuelos y todos los adultos que en mi niñez me
pusieron en contacto con libros que hicieron tan rica mi infancia y sembraron
un camino de lectora para mi vida futura.